IMPERIA

Constanza (Alemania)

 

 

Comentario de la obra: 

En pleno centro de la ciudad se encuentra el puerto principal de la ciudad, que es asimismo el mayor del lago. Junto al puerto se levanta la estatua Imperia, obra del escultor Peter Lenk erigida en 1993.

La obra "IMPERIA" está realizada en hormigón, tiene 9 m de altura y pesa 18 toneladas. Como particularidad, la obra da un giro completo sobre su eje cada cuatro minutos. En el zócalo se encuentra una instalación para medir el nivel del agua.

La estatua recuerda satíricamente al Concilio de Constanza (1414-1418) y representa una cortesana voluptuosa con un gran escote. En sus manos en alto sostiene dos hombrecillos desnudos. El que está en la mano derecha porta la corona del emperador (Kaiser) y tiene en la mano el globo imperial. La figura de la mano izquierda tiene la cabeza cubierta por una tiara papal y está sentada con las piernas cruzadas. No está claro si las figuras son retratos de gobernantes en la época del concilio (el emperador  Segismundo y el Papa Martín V) o si se trata de personificaciones del poder mundano y espiritual.

La figura se enmarca en las grandes celebraciones que rodearon el Concilio (cuentan que llegaron a la ciudad más de 700 mujeres públicas  para atender a los participantes en tal importante reunión y que el propio emperador del sacro Imperio Germano Segismundo escribió desde Constanza una carta solicitando 1.500 prostitutas más). La escultura representa a una mujer a quien Honorato de Balzac describió, años después del concilio, de este modo en su novela corta titulada “la Bella Imperia”

 Imperia  era "la más preciosa y caprichosa de las mujeres de mundo", además de pasar por ser la más inteligentemente bella y la que mejor se las componía para engatusar a los cardenales, galantear a los más rudos soldados y opresores de pueblos. Era dueña de valerosos capitanes, arqueros y señores, deseosos de servirla en todo. Por eso, vivía tan querida y respetada como las verdaderas damas y princesas, y se le daba el trato de señora…”

La prueba de su poder aún se ve en la escultura ya que aquella supuesta diosa del placer, muy ligerita de ropa, sostiene en una mano al nuevo papa, Martín V, y en la otra al emperador Segismundo.

Como curiosidad, durante el concilio, y también en Constanza, se quemó en la hoguera al supuesto hereje Jan Huss por sus duras críticas a la corrupción moral de la Iglesia y por las riquezas de ésta. Huus pregonaba que el pueblo debía desobedecer a la Roma porque era evidente que los sacerdotes vivían en el pecado… La gran Imperia es un resumen de todos esos acontecimientos que han marcado la historia de Constanza.

 

Agradecimientos:

- A  Juan José Lop Rocafull por haberme traído esta imagen de la obra