(La ciudad honra a sus funcionarios)

Este monumento funerario está dedicado a los funcionarios municipales José de Yarza y Echenique, César Boente y Alvarez, Joaquín Octavio de Toledo y Erraru.

La idea de erigir un monumento conmemorativo a los trabajadores muertos en acto de servicio en 1920 surge ese mismo año. De sección triangular, el obelisco se halla sobre un basamento de planta circular rematado en moldura con forma de corona de laurel bajo la cual dice: "Ponga Dios paz en las luchas sociales que llevan a estos horribles descaminos"

Encima , un esbelto obelisco de granito como el pedestal pero triangular; al pie de una de sus 3 caras el nombre de los tres funcionarios; después en lo alto una palma de bronce y el escudo de Zaragoza.

A la altura de la unión de escudo y palma en cada ángulo hay un grifo rampante que sobresale sosteniendo con sus garras una lámpara en bronce en forma de corona, típica de lo votivo.

En el frente, una inscripción recuerda lo siguiente:

"La ciudad honra aquí a sus funcionarios muertos en la vía pública el XXIII de agosto de MCMXX cuando conscientes del peligro en que perecieron excedían voluntarios el deber profesional reparando con sus manos el alumbrado de la urbe" "Ponga Dios paz en las luchas sociales que llevan a estos horribles descaminos"

El monumento inicialmente fue erigido en el Paseo de la Independencia en marzo de 1924 pero la reforma del paseo en 1961 supuso el traslado del monumento a su emplazamiento actual.

- ABAD ROMEU , Inventario de Bienes Histórico-Artísticos del Ayuntamiento de Zaragoza Zaragoza, 1995 pág.531