MOLLY MALONE

Dublín (Irlanda)

 

 

Comentario de la obra: 

 

Molly Malone (conocida también como Cockles and Mussels (Berberechos y mejillones) o por In Dublin's Fair City (En la Noble Ciudad de Dublín) es una canción popular irlandesa que se ha convertido en el himno no oficial de Dublín.  También ha obtenido la condición de himno irlandés. Fue compuesta alrededor de 1880 por James Yorkston y se ha convertido en una verdadera leyenda urbana.

La canción cuenta la historia de una hermosa pescadera llamada Molly Malone que murió de una fiebre en plena calle. La muchacha iba por las tortuosas calles de la zona portuaria de Dublín, empujando un carro y pregonando: “Mejillones y berberechos vivitos” Sin embargo no existen pruebas de que tal personaje existiese en el siglo XVII  ni en ningún otro momento. Típicamente se la representa como una tendera de día y una prostituta nocturna. 

En la calle Grafton de Dublín se encuentra esta  estatua dedicada  a su memoria y realizada en 1987 por Jean Rynhart.   Molly Malone aparece ataviada con su vestido largo  de generoso escote y su carro donde vendía el marisco. De manera afectiva y coloquial, suelen llamar a esta obra  como The tart with the cart(La golfa con el carro).

Como no podía ser de otro modo en esta ciudad de leyendas y fantasmas, dicen que trescientos años después de su muerte el espíritu de Molly se pasea por las calles de Dublín

La traducción de la canción de Molly Malone sería:

“En la alegre ciudad de Dublín, / donde las chicas son tan guapas, / lo primero que vieron mis ojos fue a la dulce Molly Malone / cuando empujaba su carretilla / a través de amplias y estrechas calles / gritando berberechos y mejillones frescos, frescos ¡oh!
Ella era pescadera / y seguro que no era su sueño, / pero ya lo fueron antes su padre y su madre. / Ambos empujaron sus carretillas / a través de amplias y estrechas calles / gritando berberechos y mejillones frescos, frescos ¡oh!
Ella murió de fiebre / y nadie pudo salvarla. / Éste fue el fin de la dulce Molly Malone. / Ahora su espíritu empuja su carretilla a través de amplias y estrechas calles, gritando berberechos y mejillones frescos, frescos ¡oh!.”

 

Agradecimientos:

- A mi sobrina Raquel Medialdea por haberme enviado las imágenes de la obra