Os presento hoy un par de obras curiosas que se localizan en los Jardines de la Catedral de María Inmaculada. Ambas fueron realizadas en 2004 y a tamaño real  por el escultor vitoriano Koko Rico.

La primera es una curiosa escultura de un enorme rinoceronte y la otra es una obra que representa un reptil adulto, de cabeza ancha, aplanada y de forma triangular con fuertes mandíbulas y dientes muy agudos. La diferencia respecto a un cocodrilo real está en sus miembros motores, con extremidades humanas (manos y pies)

El cocodrilo ha sido objeto de polémica por parte de padres que ven un peligro el lugar donde se ubica (un  pequeño canal  y donde han sufrido heridas por caídas varios niños de colegios cercanos al parque.

Agradecimientos: