La intervención artística  tiene por objeto rendir homenaje a la influencia que la Sala Oasis ha tenido en sucesivas generaciones de zaragozanos.

Así, los propios técnicos del área municipal de Infraestructuras realizaron el diseño de una bailarina, que se ha realizado en chapa de acero. Se trata de una figura de 60 centímetros de altura, sin relieve, que se apoya en un vástago y que se alza sobre un pedestal de acero corten, componiendo un conjunto de 2,54 metros de altura.

El pedestal incorpora en sus cuatro caras figuras alusivas a instrumentos musicales y a artistas, que previamente se han troquelado en las cubiertas de los dos alcorques que están preparados junto al conjunto ornamental.

Una breve reseña histórica de este templo de la frivolidad puede servir para justificar el elemento de ornato que incorpora el presente proyecto. El local en el que ahora se encuentra el Oasis, empezó siendo Posada de Plasencia, luego la Casa del Pueblo de la U.G.T., posteriormente el Club de los Alemanes para los internados de la Primera Guerra Mundial (1914-18) y  en 1924 comienza su andadura como salón de varietés.

Este salón antes de la Guerra Civil se llamó Royal Concert, y durante la contienda Salón de Variadades, muy concurrido por los combatientes de permiso, pero poco después de terminar la Guerra fue cerrado. Siempre tuvo como antagonistas a puritanos, que lo consideraron un antro  perdición.

Se abre de nuevo al público en 1943 con el nombre de Oasis que se lo puso Cistué de Castro, crítico de Heraldo de Aragón. Muchos personajes de relumbrón pasaron o debutaron en él, tales como Tonetti, Pilar Lorengar, Marifé de Triana, Miguel Molina, Pastora Imperio, Carmen Amaya o Estrellita Castro. Alguno de sus populares personajes eran como si fuesen de la casa, como la pareja Susepet y Pilar (un cabezudo de la Comparsa honra la memoria de esta mujer y por consiguiente del Oasis).

Peregrino de otras épocas, en un intento por sobrevivir, se han llevado a cabo en él diferentes experiencias, como lugar de copas, flamenco, jazz o rock. Desde que comenzó su andadura en 1924 más de cuatro generaciones han acudido a él para divertirse, evadirse, olvidar, soñar?y es por lo que no debe de desaparecer.

La intervención está compuesta de un prisma de base cuadrangular; la parte baja a modo de basamento es de piedra negra de Calatorao, la piedra de siempre, pulida y abrillantada, es el recuerdo, la memoria. La parte superior es de acero inoxidable pulido espejo como soporte de las formas de acero cortén extraídos de los alcorques (materiales modernos).

Este conjunto es como un mupi de cuatro caras cuyo mensaje puede ser leído hasta por un ciego pasando las sensibles yemas de sus dedos por las aristas, curvas, volúmenes y texturas.

El prisma mencionado sirve de podium para una pequeña figura plana y sin volumen de chapa de acero inoxidable pulido espejo de 1 cm. de espesor, muy calada y ligera para que la luz del sol o de los focos a modo de candilejas la hagan brillar y desprenda destellos y reflejos para hacerla más sutil, evanescente y evocadora, pues igual puede ser una corista, una gogó o un drak-queen.

Las cuatro piezas caladas, de acero cortén de 15 cm. de espesor, que protegen dos de los alcorques, son como cuatro posters que se explican por si mismas, solas, en conjunto y en su relación con el Oasis

Actualmente se está a la espera de la implantación de dos árboles el próximo otoño en estos espacios.

- ANONIMO: "La calle de Miguel de Ara y el entorno de la Sala Oasis lucen sus nuevas galas" Heraldo de Aragón , 30 de julio de 2010

- Página web: http://www.que.es/zaragoza

- Página web: http://www.zaragoza.es/ciudad/grandesproyectos/ara_fut2.htm