La Glorieta de Bécquer se sitúa a la entrada del Parque de Maria Luisa,  es de forma circular y en su centro se encuentra un impresionante árbol que cubre y da sombra a todo el recinto. Alrededor del árbol se sitúa un monumento en mármol dedicado al poeta romántico Gustavo Adolfo Bécquer. Es una de las glorietas más famosas del parque por su particular belleza y composición.

Por iniciativa de los hermanos Alvarez Quintero  (sus principales financieros) y proyectada en 1910 por el escultor Lorenzo Coullaut Valera , fue inaugurada el 9 de diciembre de 1911.

El conjunto escultórico presenta un trazado curvo que abraza a un enorme "ciprés de los pantanos" (un taxodio), haciéndolo formar parte del monumento. En esencia, consta de un banco con respaldo de planta octogonal sobre una pequeña grada circular donde se eleva un alto pedestal adornado con coronas de laurel y guirnaldas en relieve, y en cuya parte superior se asienta el busto del poeta (basado en el retrato realizado por su hermano Valeriano )  

Completa la composición un grupo de tres figuras femeninas sedentes en un banco (realizadas de una sola pieza de mármol) mostrándose como el “amor ilusionado”, el “amor poseído” y el “amor perdido”, que representan la rima “El amor que pasa”, compuesta por él mismo. Además hay dos figuras en bronce que representan el “amor herido” (figura yacente), y la otra es de un joven Cupido o amorcillo como “el amor que hiere”. Todo el conjunto se apoya sobre una base poligonal.

Este notable y original conjunto escultórico ha quedado ya como un referente de la escultura romántica  a nivel nacional.