MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN

Argel (Argelia)

 

 

Comentario de la obra: 

          

El Monumento de los Mártires  , también conocido por “Memorial de los Mártires en Argel” o “Monumento a la Independencia” conmemora la guerra de Argelia por su independencia de Francia.

El monumento fue inaugurado en 1982 en el 20 aniversario de la independencia de Argelia. Se construyó con la forma de tres hojas de palmera de pie que albergan la "llama eterna" debajo. En el borde de cada hoja de palma se colocó una estatua de un soldado, cada una representando una etapa de la lucha de Argelia.

Se trata de una monumento que consta de tres aletas estilizadas que se unen a media altura, una estructura de hormigón construida por la compañía canadiense Lavalin, con base en un modelo elaborado en el Instituto de Bellas Artes de Argel, bajo la supervisión del arquitecto Bashir Yelles. Su construcción duró siete meses.


Este lugar se ha convertido en todo un símbolo para la ciudad de Álger, la capital del país, Algeria luchó contra los franceses por su independencia entre los años 1954 a 1962 y fue una cruel guerra en donde no sólo pelearon los ejércitos locales, sino que se vio mucho terrorismo, torturas y una guerra de guerrillas que afectaron de una forma profunda a los locales. Y esto es lo que pretende mostrar este memorial, además de ser un recordatorio de algo que los naturales de este país no quieren volver a vivir.

Este monumento  tiene 92 metros de altura  y cada una de las hojas de esta palma representa algunas características que han ayudado al desarrollo del país, como su cultura, su industria y su agricultura.

Visible desde cualquier punto de la ciudad, el Monumento de los Mártires es uno de los elementos más representativos de la ciudad de Argel. Una mole de dimensiones impresionantes cuya silueta destaca tanto por el día como por la noche, ya que cuando cae el sol se ilumina con los colores de la bandera de Argelia. Durante el día se ha colocado una llama eterna en honor a los soldados caídos.

Agradecimientos:

- Para Joaquín Baruch que me ha enviado esta obra tan emblemática para el país