La mina de Buferrera, ubicada cerca de los lagos de Covadonga data de 1868  y de ella se extraían minerales tales como: hierro y manganeso. Estos minerales eran bajados en caballerías o a hombros, hasta Covadonga, hasta el antiguo ferrocarril que lo llevaba hasta el puerto de Ribadesella.

Desde Ribadesella, el mineral se cargaba en barcos hacia Francia e Inglaterra. Dada su situación geográfica estratégica, Buferrera era por entonces la principal mina europea suministradora de materiales férricos a los aliados durante la Primera Guerra Mundial.  En aquella época llegaron a trabajar en las minas de Buferrera cerca de 500 trabajadores .

Hoy la mina está en desuso ( su actividad finalizó en 1972) pero su pasado se inmortaliza en esta obra que representa a un minero (otras fuentes consultadas dicen que  a Don Quijote de la Mancha) mudo vigía de las minas, realizada en hierro y  cuya autoría y año de ejecución desconozco.

La obra se ubica al lado de la bocana de la mina de donde se extraía el mineral.