La obra se localiza en la subida al cerro de Santa Catalina y fue realizada en 1994 por el escultor madrileño Joaquín Vaquero Turcios.

Realizada en acero corten, Nordeste tiene cuatro metros de alto por cinco de ancho y es un signo de vinculación entre Gijón —la ciudad—, el mar —el Cantábrico—, y la industria, motor de desarrollo a lo largo del siglo XX.

Es Nordeste una estela, un mural. En su estructura alternan las superficies lisas con otras superpuestas, irregulares. Está el acero perforado, quizá para permitir que el viento se recree en ella, y cuando la luz colabora, el Nordeste parece recortado sobre el cielo y el mar. Y está el acero oxidado por el paso del tiempo, rojizo y duro, pleno de salitre y compañero de gaviotas que vienen a posarse sobre sus lomos.