LA MONSTRUA

Avilés (Asturias)

 

 

Comentario de la obra: 

La obra se encuentra en el barrio marinero de Sabugo y fue realizada por  Amado González Hevia “Favila” en 1997  en homenaje a Eugenia Martínez Vallejo, “La Monstrua”

La estatua , realizada en bronce, se  basa en uno de los cuadros realizados por el pintor de cámara avilesino Juan Carreño Miranda en el siglo XVII, que se encuentra expuesto en el Museo del Prado.

Cuando Eugenia tenía seis años, sus padres decidieron que dado el aspecto monstruoso que su hija iba tomando lo mejor sería presentarla al Rey Carlos II sabedores de lo aficionados que eran los Austrias a rodearse de enanos, bufones y tarados. El rey quedó impresionado con Eugenia y la hizo retratar, tanto vestida como desnuda, por Carreño, su pintor de cámara. A las fiestas que se hacían en palacio, la hacían venir para que distrajera a la corte juntándola con los enanos Macarelli, Michol y Nicolasito y otros bufones que por el Alcázar andaban.

La rumorología se extendió por Madrid acerca de la monstruosidad de Eugenia y el cronista de la época Juan Cabezas llegó a escribir de ella que: La cabeza, rostro, cuello y demás facciones suyas son del tamaño de dos cabezas de hombre, su vientre es tan descomunal como el de la mayor mujer del mundo a punto de parir. Los muslos son en tan gran manera gruesos y poblados de carnes que se confunden y hacen imperceptible a la vista su naturaleza vergonzosa. Las piernas son poco menos que el muslo de un hombre, tan llenas de roscas ellas y los muslos caen unos sobre otros, con pasmosa monstruosidad y aunque los pies son a proporción del edificio de carne que sustentan, pues son casi como los de un hombre, sin embargo se mueve y anda con trabajo, por lo desmesurado de la grandeza de su cuerpo”.

Los anónimos redactores de la prensa de la época insistieron en presentarla como una auténtica niña gigante, pero en realidad padecía una enfermedad cuyos síntomas coinciden con lo que hoy se conoce como “síndrome de Prader-Willi”  dolencia asociada a una deficiencia del crecimiento y caracterizada por la obesidad mórbida, hipotonía muscular, hipogonadismo y escoliosis, presentándose con frecuencia trastornos psiquiátricos como la hiperfagia o búsqueda compulsiva de comida.

Esta peculiar escultura es una de las más fotografiadas por los turistas y los habitantes de Avilés

 

 Agradecimientos:

- Agradecimiento  muy especial para Gisela Berrueco que me ha enviado las imágenes de esta obra tan curiosa.