RUFO, EL PERRO DE OVIEDO
Oviedo (Asturias)
Comentario de la obra:
Rufo era un cruce de mastín y pastor alemán que viva en Oviedo entre los años 80 y 90. Formaba parte del paisaje de la ciudad. Era un perro vagabundo, pero con dueño. Su dueño era la ciudad de Oviedo. Rufo vivía en la calle amparado, protegido y alimentado por todos los ovetenses. Era de todos y no era de nadie. Cariño y comida nunca le faltaron. Sabía muy bien como resguardarse del frío en invierno en los portales calientes de la ciudad. El Ayuntamiento se encargaba de vacunarle, desparasitarle y darle un buen baño. Cuando se terminaba de “acicalar” era puesto nuevamente en libertad. En una ocasión, Rufo fue capturado y llevado a la perrera municipal. Fue tal el revuelo y el enfado de los ovetenses por su captura, que incluso se realizó una manifestación por las calles de la ciudad para exigir su puesta en libertad. Cuando el perro ya se hizo mayor solicitaron al alcalde de Oviedo la posibilidad de llevarlo a un albergue y allí pasó los últimos años de su vida Rufo murió el 21 de septiembre de 1997 y en 2014, a través de la plataforma change.org, se inició una recogida de firmas para que fuese recordado por los ovetenses, en forma de estatua, ya que Rufo representaba ejemplo perfecto de una sociedad en la que los animales forman una parte importante de la sociedad y son cuidados y respetados. Casi siete mil firmas apoyaron la solicitud al Ayuntamiento de Oviedo y finalmente la estatua, como reconocimiento a Rufo y a todos los animales callejeros, fue finalmente inaugurada el 21 de Septiembre de 2015, coincidiendo con el aniversario de su muerte y con el patrón de la ciudad, San Mateo. La obra se localiza en la calle Doctor Casal y fue realizada por la escultora Sara Iglesias Poli.
Agradecimientos: - Agradecimiento para Tere & Pedro que me han enviado la imagen de esta obra .
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