SAN JORGE Y EL DRAGÓN

Mons (Bélgica)

 

 

Comentario de la obra: 

Mons, ciudad del dragón, es escenario de la procesión del Car d’Or y del combate entre san Jorge y el dragón todos los años el domingo de la Trinidad. Esta fiesta tradicional se compone de dos partes. La procesión del Car d’Or, una impresionante comitiva histórico-religiosa, ve desfilar a notables, corporaciones, cofradías y clero por las callejuelas de la ciudad. El combate del Lumeçon, que se desarrolla en la Grand-Place, es la supervivencia de un joven de la Edad Media, que enfrenta a san Jorge y un dragón, con motivo del combate ritual que simboliza la lucha entre el bien y el mal.

Para recordar el evento ( le "Doudou" como le llaman los "Montois" y las "Montoises") el alcalde de la ciudad sugirió instalar en el mismo lugar una obra de arte que recordara este combate único en el mundo que atrae a visitantes y numerosos turistas del país.

Lanzada la idea se concretó con ayuda de los fondos europeos, del FEDER y de la Región Valona que aportaron el 90% del coste total de la misma que ascendió a 175.000 euros. Faltaba lo más complicado que era integrar la obra en la fachada de un Ayuntamiento del siglo XVI La elección del artista recayó en el escultor francés Gérard Garouste que ya había trabajado en la ciudad realizando en el año 2000 el friso de la Sala de Matrimonios del Ayuntamiento.

El artista propuso crear la escultura en las barandillas de los tramos de escalera situada delante de la Sala des "Sacquiaux" en la fachada del Ayuntamiento. Se modificaron incluso los tramos de la escalera para que formaran parte de la obra. Asimismo la entrada de la puerta fue igualmente renovada.

En las dos barandillas encontramos por un lado la cabeza del dragón y por otro el casco que representa a San Jorge.

La obra fue inaugurada el 23 de abril de 2006 y el escultor entonces aludía a  la presencia del mono (encontramos en esta misma web la ficha de esta obra "La mona") en la realización de su trabajo :

 "La presencia fuerte del mono ha influenciado mi trabajo. Yo trabajaba muy cerca en la Grand-Place y venía toda la gente que venía a acariciar la cabeza del mono. Quizá lo que haya hecho tenga sentido mítico en uno o dos siglos.. Sea lo que sea, era un enorme desafío al que tenía que responder..."

 

Agradecimientos: