Según la leyenda  en el borde del río Escalda vivía el terrible gigante Druon Antigoon. Cualquier patrón que navegaba en la zona, había pagado peaje y grandes impuestos al gigante antes de que se conociera como tal el actual puerto de Amberes. El modo de actuar de Antigoon era tan conocido que llegó a oídos de Julio César. Este envió a uno de los más valientes capitanes de Amberes: Silvius Brabo.. Pequeño pero valiente  Brabo Ging Antigoon  logró cortarle la mano y lanzarla al  río Escalda. En ese mismo lugar se fundó la actual ciudad que tomó su nombre en flamenco de Ant-werpen (mano arrojada)

La mano es todo un símbolo de Amberes y la encontramos por todos lados, desde las galletas y chocolates  de las pastelerías hasta la obra que nos tropezamos en la céntrica calle de Meir: es una mano gigante que hace la función de banco y modelo para  fotos turísticas.

La obra  fue creada originalmente para el monumento "L'écoute" de Henri de  Miller en la Iglesia de Saint-Eustache de Paris (Les Halles). Esta obra se instaló en 1986: realizada en piedra arenisca, consiste en una figura de una cara apoyada en una mano.

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