Este curioso monumento se sitúa en una rotonda de entrada a la localidad, junto a la estación de autobuses y fue diseñado por el escultor cántabro José Luis Cuesta Ordóñez. Se inauguró el 8 de marzo de 2003.

El monumento del bocarte o boquerón, representa a cuatro peces nadando libremente en la mar realizados con extraordinaria fidelidad y exactitud, recogiéndose todos sus detalles anatómicos. El complejo monumental tiene una altura cercana a los 3 m y una anchura total de 4 m. Cada uno de los bocartes mide cerca de 2,5 m de longitud total, y para su realización fue necesario el empleo de casi una tonelada de bronce. El conjunto supera las 4 toneladas de peso.

La obra  reconoce la importancia que la pesca y transformación de este pez tiene para la historia reciente de la villa.