Si hay algo por lo que Albacete es conocida, es por sus navajas. Desde hace siglos Albacete está ligada a este objeto artesanal y en múltiples ocasiones ha sido representada por él. En el Diccionario Histórico de la Lengua Española existe incluso una acepción de la palabra Albacete como “Puñal fabricado en Albacete”.

Es por ello que se hacía necesario un homenaje al gremio cuchillero, por su gran aportación al desarrollo económico de la ciudad albaceteña, a la definición de su personalidad y a la difusión de su nombre por el mundo. Y de qué mejor manera que con una escultura .

La obra denominada “Monumento al cuchillero”  mide dos metros de altura y que   pesa cerca de 400 kilos se ha convertido en icono de la ciudad desde su inauguración en 1.998. Fue realizada en bronce por el matrimonio de escultores formado por Llanos Flores y Antonio Herreros (equipo Alandar),

Según los propios artistas, la imagen que querían mostrar es la de un hombre “con un rostro manchego, de esa buena gente de antes, que con tus anchos pantalones de pana y tus zapatillas desgastadas, salías de tu pequeño taller, con tu cinto repleto de amor con filo, con un filo que sólo desea cortar la miseria. Con los bolsillos de tu única chaqueta tres cuartos, llenos, para reponer si se presentaba la suerte. Bajo tu gorra, tu rostro tiene el aspecto de la gente llana y sencilla”.

Así es como se nos muestra este personaje en la escultura. Un hombre con ropas humildes y el cinto lleno de navajas a modo de muestrario, ofreciéndonos con la mano derecha una de las navajas que vende mientras que con la izquierda sujeta el cinto. A un lado de la escultura podemos observar una placa que reza “Albacete a sus cuchilleros”.