La obra se encuentra en el Parque de Antonio Cabezón y fue inaugurada en junio de 2008, según idea de Jesús Alonso.

El grupo escultórico  homenajea al Festival de la Canción del Blusa, una emotiva composición sanjuanera que es cantada en ocasiones como colofón a la misa del domingo de fiestas por el Orfeón Mirandés.

La obra se compone de chapas de acero de 15 mm de espesor con ocho  siluetas en positivo y negativo que representan a los componentes de un ochote. Además en el centro se halla un atril que simboliza la figura del director. Cada una de la figuras mide1, 90 metros.

En una placa puede leerse: “A los ochotes que desde 1968 han sido. A los que de adultos e infantiles lo serán. A los directores y directoras por su atino. A los que lo hicieron posible y lo harán·

Un ochote es una pequeña coral de cámara t formada por ocho voces graves distribuidas dos por cuerda: tenores primeros y segundos, barítonos y bajos.

Los ochotes nacen hacia 1930 popularizándose en los bares del País vasco  donde se reúnen a cantar para animar fiestas y celebraciones.. La calidad de estos «pequeños orfeones  llegó a ser tal que en la década de 1960 comienzan a celebrarse concursos anuales donde compiten ochotes del País Vasco, Cantabria y Miranda de Ebro  Actualmente existen ochotes distribuidos por todo el mundo.