La obra se encuentra en la glorieta de los Donantes de Sangre en la avenida de Juan Pablo II y fue realizada por la escultora almeriense Elena González Sánchez  en el año 2011.

Sobre un pedestal de piedras ,donde fluye el agua, se alzan dos figuras en bronce, una de ellas alza al cielo un corazón y apoya sus pies en la rodilla de otra persona que la contempla arrodillada también.

La obra simboliza la generosidad y altruismo de los donantes de sangre, tema muy presente en varias ciudades de nuestro país.