La obra se encuentra en la Plaza del Campillo y fue realizada por Diego Cruz. Presenta a dos niños en bronce jugando a la pídola.

La pídola es un juego tradicional que consiste en que un jugador se coloca encorvado y los demás saltan por encima. A partir de ahí, reglas hay muchas, dependiendo de la zona. Originalmente se hacía una raya en el suelo y se saltaba de uno en uno sin pisar la raya, si se pisaba perdía y sustituía al "burro". La raya cada vez se dibujaba más lejos para complicar el juego. En otras ocasiones se saltaba al primer burro y el saltador se colocaba en la misma posición para ser saltado y así era más divertido porque no había que esperar tanto para saltar.

Otra forma era que el primero en saltar decía: "¡pídola!" y acto seguido saltaba de una forma determinada, por ejemplo, con los dos pies juntos. Y a continuación todo el grupo debía imitar el salto del primero, evitando siempre pisar la raya. Si se había superado esta segunda prueba con éxito, el primero del grupo comenzaba una nueva ronda con un tipo de salto diferente.