El monumento fue erigido en las cercanías del puerto en el año 1990 y recrea la expulsión de los moriscos que ocurrió en este mismo lugar hace 380 años.

El 4 de abril de 1609, el Consejo de Estado decide expulsar a los moriscos del reino de España y el 9 de abril Felipe III firma el decreto de expulsión. Esta expulsión constituye el acontecimiento de deportación más importante y numeroso realizado por una monarquía en Europa hasta la fecha

La decisión fue iniciada en silencio temiendo una sublevación. En primer lugar se designó a altos cargos militares para llevar a cabo la operación,  seguidamente comenzó la aglutinación de barcos que serían los que conducirían a los moros a África. Para ello se llevó a cabo una movilización enorme de navíos donde también participaron embarcaciones privadas. La operación comenzó el 22 de septiembre con la salida de los valencianos, más tarde lo hicieron los castellanos, a principios de 1610 fueron los andaluces y granadinos y finalmente les tocó a los aragoneses.

Una parte de los expulsados, de ocho a diez mil personas, salieron por el Puerto de Somport en el Pirineo, una minoría lo hizo por Navarra, pero fue la ruta marítima de los Alfaques (actual San Carlos de la Rápita) la que canalizó a un mayor número de personas.

El sencillo monumento está realizado en hierro y piedra donde destaca la enseña de la media luna morisca. En la peana leemos en una placa:

"Del 15 de junio al 16 de septiembre de 1610 fueron expulsados en este puerto de los Alfaques 41.952 moriscos procedentes de Cataluña y Aragón. La Generalidad de Cataluña, la Generalidad Valenciana y el pueblo de San Carlos de la Rápita se honran en erigir este monumento conmemorativo , testimonio perenne de concordia entre los pueblos y firme deseo que nadie se vea alejado de la tierra que ama.

La mar de los Alfaques mantendrá siempre vivo el recuerdo de los moriscos expulsados. Septiembre 1990"