La obra se encuentra en una plaza detrás de la iglesia de la localidad, la Plaza Constitución y es obra del escultor Santiago Rebollida. Fue instalada en octubre de 2014.

Colgada a cinco metros de altura y debajo de un entramado metálico (que a la vez da sombra a la plaza) encontramos suspendido de cables un buzo a tamaño natural perfectamente equipado y buceando...

Esta obra tan curiosa pertenece al género  de "esculturas aéreas" que escasean en nuestro país y abre el debate sobre el cambio climático. La ingeniosa obra invita a la reflexión simulando una ciudad sumergida y obliga a los visitantes y lugareños a mirar hacia arriba al pasar por la plaza. El buzo contempla desde la superficie nuestra población sumergida en lo más profundo y hace reflexionar a las personas sobre la acción del ser humano en el planeta.

La genial idea de Santiago Rebollida, ha quedado plasmada a través de una obra conceptual. Pequeños y mayores admiran desde abajo la figura y original composición que permanece en el espacio tratando de recrear los efectos del cambio climático y el posible fin desastroso al que nos enfrentamos si no cuidamos nuestro valioso entorno. 

La obra se presentó en la Muestra de Arte de Benicàssim (MABE) en octubre de 2014 promovida por ArteValencia con el objetivo de incentivar las nuevas tendencias de las artes plásticas y visuales en el conjunto de la Comunitat Valenciana.