La obra se ubica en el muelle de Francisco Tomás y Valiente y fue realizada por la escultora Esperanza d´Ors  en 1997.

La estatua se encuentra sobre un pedestal frente a las escaleras del muelle de la Reina. Con unas medidas de 2,35 m de alto y 1,2 de ancho, representa el regreso del joven Ícaro de entre las aguas acompañado de una tabla de surf, lo que le da un toque moderno al mito de este personaje, y según la autora «constituye un homenaje a todos los que intentan volar y soñar».

La pieza, colocada en el puerto en 1997, está realizada en bronce a excepción de la tabla de surf, que es de aluminio, y lleva aplicadas unas pátinas de cera para protegerla del efecto del agua marina. La escultura está hermanada de alguna manera con otra de la misma autora dedicada también a Ícaro instalada en Elgóibar, colgando de un puente, a punto de caer o remontar, con las alas abiertas.

En septiembre de 2012  fue arrollada por un yate que encalló en el soporte. La embarcación, que rompió la estatua provocando su hundimiento, tuvo que ser remolcada a consecuencia de los daños sufridos por el impacto. Una unidad especial de submarinistas tuvo que reflotar la escultura y, posteriormente, una grúa de Bomberos procedió a sacarla del agua. La estatua fue repuesta en diciembre de 2013 tras varios meses de reparaciones, que se aprovecharon para reforzar la unión de la figura con su peana de bronce.

En la mitología , Icaro es hijo de Dédalo, constructor del laberinto de Creta. Fueron encarcelados por el rey de la isla, Minos, pero ellos hicieron unas alas que les permitieron salir de su encierro