La obra rinde homenaje a todas las mujeres que iban a la fuente a por agua cuando en los hogares no existía el “agua corriente” y que se denominaban las aguadoras.

La del pequeño pueblo de El Forcall, realizada en bronce y a tamaño natural, se erigió en el año 1970 y fue un regalo a la población de la Familia Ripollés.

La aguadora porta un botijo con su mano derecha llevando en jarras con el derecho un jarrón.