La obra, de carácter efímero , fue situada a la entrada del Centro Ambiental del Ebro en junio de 2014 para celebrar el Día Mundial del Medio Ambiente. Fue realizada por Miguel Angel Arrudi

En cuanto a la instalación, este equipamiento municipal ha tematizado el árbol artificial que tiene instalado en su fachada (pieza perteneciente a la cabalgata del Circo del Sol de Expo Zaragoza 2008) para simular uno de los característicos sauces de la ribera del Ebro.

La peculiaridad consiste en que este árbol tiene las ramas de aluminio, y en lugar de hojas salen cintas amarillas y negras de señalización de obras. Al pie hay hierbas azules y cañas moradas junto a bidones amarillos de presuntos residuos nucleares. La obra  “El Ebro, No Nuclear” hace referencia a la amenaza de la central nuclear de Garoña.

En la presentación de la obra  el director del Centro Ambiental del Ebro, Francisco Pellicer, explicó  el significado de la intervención artística ubicada en la fachada de este equipamiento municipal. Según Pellicer, “hemos pretendido simbolizar el peligro que estas centrales nucleares suponen para Zaragoza y para el resto del valle del Ebro, con unos bidones que simulan contener desechos radiactivos, junto a un árbol que en lugar de ramas tiene barras de aluminio, y de las que no salen hojas sino cintas de alerta”.

Hierbas teñidas de azul y juncos del mismo color completan el panorama apocalíptico con el que el Centro Ambiental del Ebro se suma a la reivindicación de un mundo libre de peligros nucleares.