Este monumento, localizado en el castillo de Bratislava, tiene mucha historia detrás y recuerda las historias de personas inocentes que fueron injustamente arrojadas a ahogarse en el Danubio por ser consideradas brujas en la época medieval. Fue realizada por el artista eslovaco Tibor Bártfay.

La obra representa la historia de los Siete Cuervos. Es la historia de una valiente niña que emprende la difícil tarea de rescatar a sus siete hermanos, quienes durante mucho tiempo fueron convertidos en cuervos por su vengativa madre. El nombre de la escultura es Bosorka en eslovaco.

Parece que la escultura está tratando de subvertir la imagen tradicional de una bruja al representar a la mujer como atractiva con una cabellera exuberante, melena al viento y con poca ropa. No es una bruja típica y  sorprende porque lleva un vestido ligero que parece poco apropiado para el duro invierno eslovaco, con sus brazos al descubierto los cuales sirven de punto de apoyo a una bandada de cuervos que parece que la miran con admiración.

Agradecimientos:

- Agradecimiento  para  Carlos Borao que me trajo las imágenes de la obra.