Estas obras han sido creadas aprovechando las maderas flotantes que el océano arroja a la costa tras un fuerte oleaje.

La iniciativa se puso en marcha en el año 2014 por iniciativa del artista Didier Bies y desde entonces cada año se aprovechan estos troncos para que los escultores desarrollen sus ideas.

El proyecto ha ganado preeminencia en el panorama cultural de la localidad y el Ayuntamiento creó un folleto sobre “ Los caminos de la Coustille”, una ruta para ir descubriendo estas obras que surgieron de los desechos del mar en un paseo original y único.

Las esculturas están dispuestas a lo largo del espacio urbano, lo embellecen   y aportan un mensaje de esperanza cambiando el aspecto de la  ciudad.

Entre algunas de estas obras pueden destacarse  "La Gran Sirena", una fina y elegante escultura de 6 metros, que se eleva hacia el azul, trabajada por Olivier Louloum, tallada en un tronco de álamo y la cercana “It”, de François Papot.

También está “Meteor”, un pequeño trozo de planeta que ha caído en la región de Boucalaise ”, según Julien Righi , "El Trono", coronado por su esfera, de Mier Soleilhavoup, trabajado en talla directa y con buril en eucalipto o varias esculturas realizadas de manera colegiada, "Madera quemada", "Banco público" y otra "Serpiente" de Julien Righi.

Agradecimientos: 

- El agradecimiento es para  Eduardo & Eva que me han enviado las imágenes de la obra.