La obra se localiza en la rue du Cloître-Saint-Merriens  y fue realizada por la escultora suiza Victorina Müller en 2022.

La obra consiste en una doble estructura inflada con aire, poliuretano, muy grande (2,5 x 4,4 x 1,80m), que no se coloca, sino que se suspende. El material de la base ya no sirve para resistir el peso de una escultura, sino para revelar la ligereza de una obra.

El objeto ligero y brillante expresa la vulnerabilidad y la preciosidad de lo que está sucediendo: naturaleza, humana, vegetal y animal. Este objeto, que a primera vista parece un feto tiene una gran piel transparente, de apariencia frágil,  que protege a un ser igualmente transparente, una energía, una oleada de vida. La piel y lo íntimo juntos cambian de apariencia, según la iluminación diurna o nocturna, el reflejo del entorno cercano y de los transeúntes.

Todas las obras de Victorine Müller (animales, plantas, seres imaginarios) están imaginadas con el mismo material. Según la escultora : “La vida es un riesgo y un absoluto común que hay que proteger en la era del cambio climático “

Agradecimientos: