La obra se encuentra en el exterior del Museo de Historia del Holocausto Yad Vashem, en la avenida de los justos entre las naciones  y fue creada por Shlomo Selinger en 1987

El 13 de septiembre de 1944, el último transporte de judíos desde los Países Bajos salió desde Westerbork al campo de concentración de Bergen-Belsen. Francia ya había sido liberada y las tropas alemanas estaban en retirada en todos los frentes. Pero hasta el final, la Alemania nazi obtuvo sus últimos recursos restantes para completar la tarea más importante de asesinar a los judíos. Impulsados ​​por una intransigente ideología antisemita, continuaron persiguiendo a cada último judío, a cada niño judío al que podían poner sus manos. Las búsquedas de los judíos continuaron hasta el último minuto; los judíos capturados fueron llevados al campo de tránsito y, cuando se había reunido un número suficiente, serían transportados hacia el este.

Cincuenta y nueve niños pequeños fueron subidos al tren que sería el último transporte desde Westerbork. Habían sido denunciados o atrapados en las casas de sus benefactores, y fueron arrastrados desde su refugio al campamento y luego subidos al tren. Debido a su corta edad, ni siquiera podían proporcionar información sobre su identidad y, por lo tanto, se inscribieron en la lista de deportación como Unbekannte Kinder, "niños desconocidos".

Esta escultura realizada en granito rojo homenajea a estos niños desconocidos justos entre las naciones.

Agradecimientos:

- A  Teresa Algás  por haberme traído las imágenes de la escultura.