LOS MÚSICOS DE BREMEN

Riga ( Letonia )

 

 

Comentario de la obra: 

Los músicos de Bremen (Die Bremer Stadtmusikanten) es un célebre cuento tradicional alemán, concretamente de la Baja Sajonia, recogido por los hermanos Karl y Wilhelm Grimm en la segunda edición de sus Kinder- und Hausmärchen (‘Cuentos para la infancia y el hogar’, 1819). En los países de lengua alemana, y después en todo el mundo, esta historia de animales tuvo mucho éxito y muchísimos ilustradores han representado a sus protagonistas (un asno, un perro, un gato y un gallo) en numerosos libros y revistas infantiles.

Curiosamente, en la capital de Letonia, Riga, encontramos este monumento –denominado, en letón, Brēmenes muzikanti–, que representa la manera como se muestran tradicionalmente estos cuatro animales. La explicación de la presencia de este monumento es sencilla: Riga fue fundada en 1201 por un alto eclesiástico procedente de Bremen, Albrecht (Alberto) von Buxthoeven (Bexhövede, Baja Sajonia, 1165 - Riga, 1229), que fue el primer obispo de Livonia y que al año siguiente fundó también la orden militar de los Fratres militiae Christi, más conocidos como Hermanos de la Espada o Caballeros Portaespadas, los cuales fueron decisivos en las denominadas Cruzadas del Norte para la cristianización de los pueblos paganos del Báltico oriental.

El monumento que encontramos en el núcleo medieval de Riga (Vecrīga), junto al ábside de la iglesia de San Pedro es  obra de la escultora Krista Baumgaertel y  fue un regalo que la ciudad de Bremen hizo, en 1990, a la comunidad wesfaliana que hermana la capital letona con la ciudad alemana de Ense (Westfalia del Norte).

La historia que se narra en el cuento de Jakob Grimm  «Los músicos de Bremen» es la de cuatro animales, un burro, un perro, un gato y un gallo, que viven en el poblado de Dibbsersen, en la Baja Sajonia de Alemania, cuyos dueños han decidido sacrificarles, porque consideran que, por su vejez, éstos sólo consumen comida y ya no les son útiles para el servicio doméstico. Los animales se encuentran después de que cada uno, en forma independiente, haya huido de la casa de sus respectivos dueños. Al conocerse, deciden iniciar un viaje con destino a la ciudad de Bremen, ciudad  liberal y abierta al mundo, conocida por su simpatía por los extranjeros. En su camino hacia Bremen, estos exiliados que huyen de la condena a muerte, llegan al anochecer a una choza en la que están pernoctando unos bandidos. Con el objeto de amedrentarlos para ocupar ellos la vivienda, forman una figura esperpéntica con sus cuerpos, al treparse en la espalda de cada uno de ellos, en el orden que se ha mencionado. Así emiten los sonidos propios de su especie, en unísono, lo que hace huir de terror a los bandidos. En el cuento, en realidad no se sabe si los peregrinos llegaron a Bremen o se quedaron en el camino en una de sus aventuras melódicas.

Hay que señalar que nunca se llega a conformar el grupo musical y en ningún momento los cuatro compañeros llegan a ser músicos.

 

Agradecimientos:

- A Santiago Berrueco, maestro y "primo" ,amén de excelente fotógrafo, por haberme traído las imágenes de la obra.