UN PINTOR PARA EL PRADO

Madrid (Madrid)

 

 

Comentario de la obra: 

La obra está situada en el exterior del Museo del Prado, en la subida hacia la Iglesia de Los Jerónimos. Fue realizada en 1988-1989 por el escultor Julio López Hernández.

La escultura representa, en bronce y a tamaño  superior al natural (más de 2 metros de altura), a  un pintor cualquiera, desconocido, preparado con sus aparejos para instalarse en este lugar y pintar el lugar donde no hay ni un cuadro suyo

Se puede decir que el joven pintor representado es resultón y con un aire moderno. Viste unos pantalones que podrían ser vaqueros y una cazadora como de piel. Un fular protege su cuello del frío. Gira ligeramente la cabeza hacia la derecha y observa con detenimiento. Se diría que está buscando la localización idónea para ponerse a pintar. De hecho lleva consigo los elementos necesarios para una jornada pintando al aire libre.

En la mano derecha lleva un sombrero y la cuerda de la que pende el caballete plegado. Con la izquierda sostiene un lienzo sobre el que va a pintar, con las pinturas que contiene el maletín depositado en el suelo. De su espalda cuelga una mochila de la que sobresale lo que parece un asiento plegable.

Según el autor, la figura  representa al artista en busca de su función. Podría decirse que es un homenaje al más interesado de los visitantes del Museo del Prado.

Agradecimientos:

- Para mi amigo   Antonio Sahún que me ha enviado las imágenes de la obra