El escultor decidió rendir homenaje al compositor José Padilla a través de la figura de «La Violetera», una de sus obras más conocidas. Recuerda a las señoras que iban vendiendo flores cuando llegaba primavera por las calles de Madrid.

Las violeteras existen también en otras ciudades, como París; además, ubicarla en la calle de Alcalá tenía un doble sentido porque esta vía era, en otra época, un lugar muy frecuentado por las violeteras.

La escultura, obra del escultor Santiago de Santiago, fue instalada en un primer momento en la calle Alcalá esquina con la Gran Vía. En julio de 2002 se propuso su traslado al entorno de las Vistillas. Tras un año en los almacenes de la Villa, el 13 de junio de 2003 se reubicó en los jardines de la plaza de Gabriel Miró.

La figura llevaba inicialmente un ramo de violetas aunque en la obra  final porta una cesta.

La estatua hace también un guiño a la película que protagonizó Sara Montiel, la Violetera.