La iniciativa de hacer un monumento para conmemorar los 100 años de la inmigración judía en Veracruz  nace de la convocatoria a un concurso público organizado por el Comité de la Comunidad Judía de México, con el apoyo de la Autoridad Portuaria del Estado de Veracruz, quien donó el espacio físico donde se ubica la estructura.

El Proyecto arquitectónico fue realizado por  Jacobo Micha Mizrahi y construido en 2013.

El proyecto , realizado por Aslan Cohen Mizrahi, se compone de una base de forma piramidal con una huella de 7.60 por 6.00 mts, que soporta un muro portante de forma cuadrada de 5 x 5 mts. Este muro tiene una serie de perforaciones de diferentes formas que son atravesadas por 100 piezas denominadas sillares, las cuales se multiplican en 4, dando un total de 400 líneas que están suspendidas por 1.30 mts. Esta estructura simboliza la puerta de entrada de la comunidad judía al país.

Cada una de las 100 piezas esculpidas conmemora un año de permanencia en México; dichas piezas con acabados burdos y robustos hablan del arribo de los barcos y de los inmigrantes que llegaron al país llenos de fuerza y valentía para dar inicio a una nueva vida. Al lado opuesto del muro las 100 piezas que se multiplican en 400 líneas representando el nacer de las nuevas familias.

Estas líneas se refinan y pulen, y con ello simbolizan a un México que brinda nuevas oportunidades para una vida siempre en comunidad. Las piezas fueron esculpidas con formas y características particulares, cada una tiene pequeños detalles que las distinguen unas de otras y evocan la idea de que cada año de permanencia en México ha sido único e importante.

Las piezas del muro están realizadas de granito y mármoles,  simbolizan el proceso de migración, se insertan en el muro como si se tratasen de una puerta abierta. El basamento que porta los reconocimientos a los diversos participantes, tiene la finalidad de dar la sensación de que el muro está ligeramente suspendido para representar con ello las oportunidades que México ha dado a la comunidad judía.

Para lograr la totalidad del conjunto se integró al diseño una banca que permite sentarse a descansar y contemplar la vista icónica del mar veracruzano, que recuerda la llegada de todos aquellos judíos que llegaron al país con la ilusión de emprender una nueva vida. Finalmente, para honrar dicho acontecimiento se colocó una placa con los nombres de los donadores que hicieron posible el monumento.

Agradecimientos:

- A mi amigo José Manuel Asún   que me ha enviado la imagen de la obra.