El Monumento al Procesionista  se localiza en la Plaza de San Sebastián y fue realizado por Manuel Ardil Pagán en 1983.

Sobre una peana de aproximadamente un metro con cantos romos se elevan  tres nazarenos de bronce ataviados con túnicas y varas. En los cuatros lados de la peana se encuentran unos relieves en bronce con el escudo de Cartagena, una leyenda y escenas de procesiones.

La obra ha sufrido frecuentes ataques vandálicos (especialmente cuando se encontraba a ras de suelo) y han tenido que soltar las varas a unos muelles para evitar su rotura además de colocar una peana donde colocar las figuras.