El grupo escultórico del artista  Mariano  González Beltrán fue inaugurado el 15 de diciembre de 2004 y se encuentra en la Plaza de Santo Domingo.

La obra  pretende simbolizar la defensa de los derechos humanos y de otros valores fundamentales de las personas y los pueblos.

El monumento, compuesto de numerosas figuras fundidas en bronce y dispuestas en círculo, representa "una sociedad que vive en armonía, en consonancia con el disfrute y el respeto a los derechos humanos, los cuales se desarrollan a lo largo de toda la vida", según el autor.

Así, el círculo es una alusión al ciclo de la vida, desde la gestación del ser humano (representado por una mujer embarazada) hasta el ocaso de sus días (una pareja de ancianos). Además, también incita a pensar en la continuidad y, a la vez, en la universalidad que representa el trabajo del Consejo de Europa en pro de los derechos humanos. Se puede, incluso, comparar con el círculo de estrellas que conforma la bandera del Consejo de Europa.

En un texto en relieve inserto en la propia obra leemos: “A todos los ciudadanos que se esfuerzan en pro de la exaltación y defensa de los DERECHOS HUMANOS y en el ejercicio de la democracia y la justicia, la tolerancia y la libertad de expresión”

Una réplica de esta obra la encontramos en Estrasburgo, en unos jardines  frente al Palacio de los Derechos Humanos y fue una donación del Gobierno de Murcia a este organismo internacional.