Este monumento se sitúa frente a la puerta principal del Palacio de los Duques de Bragança y está dedicado a la memoria  de  Alfonso I de Portugal, primer rey de Portugal. Fue realizado por Soares dos Reis e inaugurado en 1874; la estatua de bronce fue realizada en 1888.

El monumento consiste en una escultura de bronce que representa a este personaje, ataviado con su traje de guerra, yelmo, y portando una espada en alto en su mano derecha y un gigantesco escudo en la izquierda. Contiene igualmente varios tableros de honor y la idea de su construcción provino de un grupo de portugueses que vivían en Río de Janeiro.

Alfonso I de Portugal, más conocido como Alfonso Enríquez (en portugués: Afonso Henriques) nació en Guimaraes en 1109 y falleció en Coimbra en 1185.

Fue el primer rey de Portugal y gracias a sus conquistas  a lo largo de cuarenta años, sobrepasaron el doble del territorio legado por su padre, fue conocido como el Conquistador; también se le llamó el Fundador y el Grande. Los musulmanes, en señal de respeto, le llamaron Ibn-Arrik ("hijo de Enrique") o El-Bortukali («el portugués»).

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