La obra se localiza en el elevador de Santa Justa en la Rua do Carmo y fue realizada  por un artista misterioso que firma como Superlinox y que apareció el 19 de junio de 2022.

Representa una figura femenina con un aspirador. De color lila y con un vestido corto, “Sofia” se luce en Lisboa con un aspirador de migas en la mano. ¿Por qué? Porque, como muchas otras personas, odia las migajas. “'Sofia' no puede tener una opinión sólida sobre la eternidad, pero hay dos cosas que sabe muy bien: ama a Chiado y no soporta las migajas”, describe Superlinox. “Es una mujer llena de convicción, autoestima y amor propio. Es una diva con una locura por la limpieza”

Superlinox es un artista misterioso que, desde 2020, intriga a los habitantes de Setúbal y Lisboa con las instalaciones artísticas que ha creado en ambas ciudades. Nadie sabe quién es, pero todos admiran sus obras inusuales que aparecen de la noche a la mañana.

Todo comenzó con la instalación de una lavadora rosa en el techo de un edificio abandonado cerca de la carretera, en Setúbal, a fines de septiembre de 2020. La repentina aparición del colorido electrodoméstico despertó la curiosidad de muchos y comenzaron a ver imágenes y Los mensajes de asombro se pueden compartir en las redes sociales. El misterio fue (casi) resuelto cuando el artista creó su página de Instagram.

Revelado el nombre artístico, toda otra información personal se mantiene en secreto. Hasta el momento se conoce  que nació en Setúbal y creció en el mundo del graffiti y el arte urbano. Cuando empezó a pensar en el proyecto, supo desde el principio que no podía firmar las obras con su nombre real, sino con un seudónimo que pudiera expresar su identidad como artista anónimo.

Las primeras obras se instalaron en la ciudad donde nació, como la estatua de Joel en letras junto a la rotonda del Centro Comercial Alegro Setúbal o Ricardo en la Escola Secundária Dom Manuel Martins. Un tendedero azul con ropa tendida, una cama en medio de la Praça do Bocage y una niña rosada encima del cañón de la Séptima Batería de Outão fueron otros objetos coloridos que no pasaron desapercibidos en la ciudad.

Recientemente, estas obras que aparecen sin que nadie se dé cuenta también han comenzado a extenderse por Lisboa. Sin embargo, la mayoría de las obras no duran mucho en los lugares donde se instalan por lo que desconocemos si en este mes que publico la escultura se encuentra todavía en el mismo sitio.

Agradecimientos:

- Para  Francisco Iglesias que me envió las imágenes de la obra.