Hay una historia detrás de cada escultura del Zoológico de Londres, pero una de las más extraordinarias pertenece a esta estatua del teniente Harry Colebourn y su amada osita Winnie.

Nacido en Gran Bretaña en 1887, Harry Colebourn emigró a Canadá cuando era joven y se formó como veterinario antes de unirse al Cuerpo Veterinario del Ejército Real Canadiense. Mientras viajaba por Canadá para unirse a su regimiento y servir en la Primera Guerra Mundial, compró una hembra de oso negro en White River, Ontario, a un cazador que había matado a su madre. Colebourn nombró al oso "Winnie" en honor a su entonces ciudad natal, la ciudad de Winnipeg. Cuando el regimiento del teniente Colebourn fue enviado a entrenar a Inglaterra en 1914, Winnie lo acompañó. Se convirtió en mascota y mascota no oficial de la Segunda Brigada de Infantería Canadiense durante su estancia en la llanura de Salisbury. Sin embargo, a Colebourn no se le permitió llevarse a Winnie con él cuando la brigada se desplegó en los campos de batalla de Francia.

La dejó bajo custodia del Zoológico de Londres el 9 de diciembre de 1914, con la esperanza de regresar después de la guerra para recuperarla. Colebourn sirvió heroicamente durante la guerra, alcanzando el rango de Capitán. Aunque visitó a su amada Winnie cuando estaba de permiso en Francia, finalmente decidió que el zoológico era el mejor lugar para que ella viviera. La donó definitivamente en agradecimiento por sus cuidados en 1919.

Hoy en día se pueden ver las dos figuras de bronce en el Zoológico de Londres.

Agradecimientos:

- Para Beatriz Berrueco   que me envió las imágenes de la obra