MONUMENTO A LOS SITIOS

Autor:  Agustín Querol
Año:    1908
Localización:  Plaza de los Sitios
Materiales:  Piedra (pedestal y esculturas)  Bronce (esculturas)

 

Otros Datos: 

En 1907 la Junta del Centenario de los Sitios, presidida por Basilio Paraíso, encarga al escultor Agustín Querol este monumento que se colocará en el centro de la plaza de los Sitios, anteriormente conocida con el nombre de Pza. de José Antonio. Fue inaugurado por el rey Alfonso XIII y su esposa la reina Victoria Eugenia en 1908 y costó 150.000 pesetas de la época.

Está considerado como el monumento público más bello de la ciudad. La arquitectura del pedestal y las figuras se funden en un conjunto de gran impacto visual lleno de refinamiento.

El estilo modernista es evidente en la fluidez de las formas y en el empleo de materiales y de técnicas diferentes, desde el relieve a la escultura exenta.

El grupo escultórico (de más de 19 metros de altura) está planteado como un diorama circular y se encuentran representadas diferentes escenas y símbolos. Está integrado por numerosas figuras realizadas con una rica modulación de matices escultóricos (relieve, altorrelieve y bulto completo) y de materiales (piedra y bronce).

Dos escalinatas semicirculares constituyen parte del zócalo sobre el que se levanta el pedestal prismático. Se hallan representados los personajes y escenas más vibrantes de la defensa de Zaragoza, de la que fueron protagonistas sus heroínas.

En su cara anterior, bajo la inscripción "PATRIA" aparece Agustina de Aragón en la batería del Portillo. La heroína es seguida por un grupo de paisanos y artilleros, mientras al fondo se ve a Palafox ante la Torre Nueva.

Al otro lado, un grupo de mujeres arrastra un cañón con soldados como cortejo, en el que quizás sea el grupo más conseguido tanto por la angustia de los rostros como por la dulzura del niño colgado del pecho por su madre. Al fondo, la virgen del Pilar observa el dramático cuadro.

En el frente del pedestal y tallados en la  misma piedra son los paisanos quienes apuntalan con sus cuerpos las puertas desencajadas de los baluartes de los conventos de San Lázaro y de Santa Isabel.

En un lateral se ve la tragedia en grado sumo: un montón de escombros y varias figuras que representan las secuelas de la guerra: desesperación, dolor, hambre, ruina,... y todo ello sobrevolado por el águila napoleónica.

En la cumbre, la figura de Zaragoza extiende una mano como amparando a su ciudad, mientras que con la otra sostiene su escudo. A sus pies, el cadáver de un hombre rodeado de laurel, cardo y pasionarias, símbolos de la gloria, el patriotismo y la fe.

En esta obra, Agustín Querol alcanza una de las cimas de su producción ofreciendo una obra muy similar a un monumento que realizó en Argentina. Obra bellísima, original de composición de estilo modernista de 1900; las piezas en bronce están fundidas con virtuosismo y la piedra tratada como materia blanda dando a todo el artista una calidad fluyente, evanescente en que se pierde la sensación de materia y de sus calidades para oscilar entre una representación realista que pasa a ser decorativa.

El escultor falleció al año siguiente de la inauguración del monumento.

 

Fuentes informativas: 

- ABAD ROMEU , Inventario de Bienes Histórico-Artísticos del Ayuntamiento de Zaragoza Zaragoza, 1995 pág. 483

- GARCÍA GUATAS, Manuel “Guía histórico-artística de Zaragoza”  Zaragoza, 1982 págs. 359-360

- RINCON GARCÍA, Wifredo Un siglo de escultura en Zaragoza (1808-1908) Caja de Ahorros de Zaragoza, Aragón y Rioja Zaragoza, 1986 págs. 205-210