EL CAZADOR DE  RATONES...y otros

Zurich (Suiza)

 

 

Comentario de la obra: 

Todas las obras que os presento se localizan en el entorno del Hotel Zurichberg, en unos jardines y fueron realizadas por el escultor Freddy Air Röthlisberger

El Sorell Hotel Zürichberg está a sólo 10 minutos del centro de la ciudad y cuenta con hermosas  vistas a la ciudad y a su lago.

Realizadas en bronce a tamaño natural representan personajes que vivieron en la zona tiempos atrás y con oficios de lo más variopintos. Son un total de 15 personajes y están a la venta para el público en general. En unos carteles adjuntos a cada obra realizados por el escultor se explica cómo desarrollaban su trabajo.

Aquí os presento algunos de ellos.

LA  MUJER JARDINERA

Esta obra fue creada por encargo de una señora mayor que había desarrollado toda su vida profesional en un banco y cuando heredó una casa con un gran jardín empezó para ella una nueva vida como jardinera aficionada. Pensando cómo podría representar una típica jardinera mayor sin retratar a mi cliente, de repente me acorde de un extraño encuentro con una herbolaria en los Alpes austriacos. Apareció de la nada, con apariencia de una bruja de cuento de hadas. Así pues, combiné sus ropas con los recuerdos del cesto y las herramientas favoritas de mi madre y así esculpí la mujer jardinera.

 

THE CALLER

La comunicación es la palabra mágica para el entendimiento social. Todos los seres de nuestro planeta necesitan su forma propia de comunicación. El lenguaje y los gestos por sí mismos nunca han sido suficientes para las demandas del homo sapiens. Aumentando casa vez más la adicción a comunicarnos con innumerables cantidades de gentes a grandes distancias, él inventó nuevas y asombrosas tecnologías con las que las grandes industrias han hecho muchísimo dinero.

¿Se siente la gente de hoy menos aislada y solitaria? ¿La constante disponibilidad de conexiones técnicas aumenta el sentimiento de soledad? ¿No será que los teléfonos inteligentes tienen el efecto contrario y aumentan la separación de la gente que se encuentra en nuestro entorno inmediato?

La estatua es de un hombre descalzo con una túnica, llevándose las manos a la boca como si gritara y está dedicada a las víctimas y supervivientes de la tortura.

EL CAZADOR DE RATONES

En 1925, los suizos establecieron un seguro obligatorio. Hasta entonces la pobreza entre los discapacitados, los ancianos y las viudas eran un problema social muy extendido. Para los trabajadores ocasionales era difícil encontrar trabajo cuando envejecían. Un trabajo aceptable consistía en cazar ratones poniendo trampas en los campos y alrededor de los establos. Los granjeros les daban una pequeña recompensa por cada ratón o rata que capturaban.

 

VENDEDORAS DE ROSAS

(diminutivo cariñoso de una rosa alpina o rododendro)

Los granjeros de montaña tradicionalmente disponían de poco dinero. Vivían principalmente de sus propios producción o por trueque de sus productos por otros que necesitaban. Cuando la vieja carretera que cruzaba el San Gotardo fue mejorada para tráfico rodado entre las Guerras Mundiales y posteriormente entre 1948 y 1975, dio lugar a un aumento del comercio de sus productos lo que mejoró los ingresos de los agricultores. Chicas jóvenes ofrecían ramos de rosas alpinas a los conductores de manera que conseguían un pequeño ingreso extra para sus familias. Muchas personas mayores de Suiza todavía recuerdan a esas jóvenes que cariñosamente llamaban “Alperösli”.

EL DESHOLLINADOR

(palabra italiana que significa deshollinadores)

En el siglo XIX y hasta la 2ª Guerra Mundial muchas familias extremadamente pobres de los valles del Canton Tessin se vieron forzadas a vender por una miseria a sus hijos varones de ente 8 y 12 años en el norte de Italia. Allí estos niños se empleaban como limpiachimeneas. Cuando estaban en el tejado, tenían que gritar “spazzacamini” para demostrar que realmente se empujaban a sí mismos desde lo alto de la chimenea oscura y estrecha, con hollín y sofocante. Las condiciones de trabajo eran lamentables ya que apenas tenían nada que comer y tenían que pedir pan y dormir en establos.

Hasta 1880 el fuerte aumento de la población suiza se equilibró con la emigración debida a la pobreza. Suiza fue un típico país de emigrantes. Pero a partir de 1880 Suiza pasó de ser una tierra de emigrantes a una de inmigrantes.

 

VENDEDOR DE QUESO

(Ziger, una variedad de queso suave con hierbas; el vendedor de esta clase de queso)

En las lecherías de los Alpes suizos, a los productores de queso les encanta producir queso casero y queso suave, además de su tradicional queso curado.  Entre los quesos untables destaca uno producido en las montañas del Canton Glarus. En el pasado los buhoneros Glarneses iban casa por casa, por toda Suiza vendiendo su queso Ziger. Llevaban también a su espalda losas de pizarra. La pizarra se extraía de una mina cerca de Elm desde el siglo XV y se usaba para cubrir los tejados. En 1840, cuando se declaró obligatoria la escolarización en Suiza, hubo una gran demanda de pizarrines lo que se convirtió en un valioso ingreso adicional para los buhoneros glarneses.

 

MUJER QUE CORTA LA COL

(mujer que corta la col para hacer chucrut)

Hasta mediados del siglo XX las mujeres pobres tenían que buscar la forma de ganarse la vida. Hacer chucrut era una labor estacional. Las mujeres iban de casa en casa con su tabla de cortar, su largo cuchillo afilado y una tapa que se usaba para presionar la col picada en los barriles. Esta mujer en particular la he realizado a partir de mis recuerdos infantiles. En nuestro pueblo era muy respetada por su diligencia y su capacidad de trabajo. Hacía todo lo posible para alimentar a una gran familia, aunque apenas podía hablar porque su borracho marido la había golpeado salvajemente y le había roto los ligamentos de la lengua. Además de picar coles se encargaba de ir casa por casa informando a la gente cuando alguien del pueblo fallecía.

EL RECOGEDOR DE BOÑIGAS

En las zonas rurales de Suiza la mayoría de las familias eran autosuficientes. Todos tenían su propio huerto o una pequeña porción de tierra al lado de la vivienda.

Como no tenían animales propios (excepto algunos pollos o conejos) necesitaban estiércol para abonar la tierra. Como la mayoría de los granjeros todavía usaban carretas y carros tirados por caballos o bueyes las carreteras estaban llenas de boñigas. Según una ley no escrita el estiércol pertenecía a las familias pobres. Los chicos eran los encargados de recoger el codiciado abono. Yo, el escultor de estas figuras, era yo mismo un ansioso recogedor de boñigas de caballo para el huerto de mi madre. Esto es un auto retrato extraído de mis recuerdos. 

 

EL CURANDERO

Hace tiempo, especialmente en las zonas rurales de Suiza no existía la sanidad pública. Quien se ponía enfermo consultaba a un curandero (terapeuta holístico) con conocimientos de hierbas medicinales. Muchos de estos curanderos eran muy expertos y tenían experiencia en toda clase de tratamientos médicos, incluyendo sencillas operaciones. Sin embargo, algunos eran simples charlatanes.

Un medio de revisar la salud de los pacientes era la uroscopia, una técnica conocida ya en la antigua Grecia. La escultura recoge el momento en el que el ‘Bisliferdu’ está estudiando concienzudamente una vasija con la orina de alguien.

 

Agradecimientos:

-El agradecimiento es para  mi amigo  Antonio Sahún  por haberme enviado las imágenes de las obras con mucha paciencia compartido con otro gran amigo, Manolo Martín que me ha traducido todos los cartelitos de cada obra con gran dedicación y profesionalidad.

 

El enólogo

 

The caller

 

El príncipe rana

 

El cazador de ratones

Vendedoras de rosas

Handy

 

La mujer jardinera

El deshollinador

Buscando agua

Vendedor de queso

 

Basewuscher

 

Mujer que corta la col

El recogedor de boñigas

Frou wallimaa

El curandero