Pablo Serrano nació en la localidad
turolense de Crivillén en 1908. Hijo de
Bartolomé Serrano, veterinario, empezó su formación artística en Zaragoza.
Luego la desarrolló en la Escuela de Artes y Oficios y en la Academia de
Bellas Artes de Barcelona. Con apenas 20 años, emigró a Montevideo. Entre
Uruguay y Argentina pasaría los siguientes 25 años de su vida.
Después de un
tiempo de aclimatación al continente y de algunos reveses personales, en
1935 recibió su primer encargo importante: las puertas para la cripta del
colegio de San José, en Rosario (Argentina). Un trabajo en bronce que
recibió elogios generalizados. En 1946, cuando se encuentra en un proceso de
ruptura más drástica con su formación académica y está desarrollando sus
primeras tentativas de abstracción, resultaría decisivo su encuentro con el
pintor uruguayo Joaquín Torres García, figura del constructivismo histórico.
A lo largo de la
siguiente década, en la que irá cosechando numerosos galardones, la obra de
Serrano oscilará entre una figuración matizada por una estilización
expresionista y un mayor alejamiento de las convenciones de representación.
En 1954 regresó a España y, nada más llegar y tres años más tarde intervino
en Madrid en la formación del grupo El Paso, en el que figuraban igualmente
los pintores aragoneses Antonio Saura y José Manuel Viola
Desde estos momentos, la escultura de Pablo Serrano se empieza a definir con
un estilo personal acentuadamente expresionista.
A partir de
1961, Serrano da comienzo a una nueva serie: "Bóvedas para el hombre", de
concepción monumental y cósmica, que después irán evolucionando. Una
variante de esta serie la constituyen las bóvedas lumínicas, los hombres
bóvedas y los hombres con puerta, de superficies redondeadas y concavidades
bruñidas que, como símbolos de la comunicación, resumen la incertidumbre de
las relaciones del hombre con sus semejantes.
Desde la inclusión
de la obra de Pablo Serrano en la exposición "Spanish Painting & Sculpture",
de 1960, en el Museo de Arte Moderno en Nueva York, la presencia de las
creaciones del escultor en grandes exposiciones y certámenes internacionales
será continua, un itinerario que se prolongará hasta su antología en el
Museo del Ermitage, en Leningrado, en 1982.
Serrano murió en su casa de Madrid en 1985, a consecuencia de un fallo
hepático. "No llegó a darse cuenta de que se moría", dijo su viuda, la
pintora Juana Francés. La armonía formal le respetó hasta su última hora.
Zaragoza cuenta con un Museo dedicado a su obra y recientemente (febrero
2008) se ha inaugurado en su localidad natal, Crivillén (Teruel) un centro
de Interpretación de su obra, conmemorando así el centenario de su
nacimiento.
El museo, de 1.000 metros
cuadrados, quiere explicar la figura del escultor y convertirse en un
espacio para el arte contemporáneo.
Obra pública en Aragón:
Angel de la ciudad (Zaragoza)
San Valero (Zaragoza)
Venida de la Virgen del Pilar (Zaragoza)
Monumento a José Sinués (Zaragoza)
Homenaje a Joaquín Rodrigo (Zaragoza)
Guitarra 3 (Zaragoza)
Ramón y Cajal (Huesca)
Encuentro (Figueruelas)
A Flemig (Alcañiz)
Quema del objeto (Alcañiz)
Monumento a la labradora turolense (Teruel)
Mariano Navarro Rubio (Daroca)
Unidad yunta (Ejea de los Caballeros)
José Gervasio Artigas (La Puebla de
Albortón)
El escultor en Internet:
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http://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Serrano
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http://www.artespain.com/03-04-2009/escultura/biografia-de-pablo-serrano-escultor-espanol